Caen mis manos vencidas de palabras
Invocan los silencios las despedidas
No quiero llorar, no quiero gritar.
Dejé sobre las hojas la piel hecha mentira
Entre tanto cielo mojado se deshizo la prisa
Y vacía la esperanza se dejó morir.
Quedan solas, quedan lejanas
Horas de promesas, horas deshojadas
La bruma eligió escaparse mirando bajo el agua
Se mancharon los sueños.
Elegimos vencernos.
Caminos en que la vida juega recortando heridas
Dibuja en nuestras caras las lágrimas del deseo
Otra despedida, la ironía en las espaldas.
Concurso Leopoldo Marechal .
editorial de los cuatro vientos
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