domingo, 13 de abril de 2008

tu ausencia duerme conmigo

Recorro esta noche profunda
silenciosa
siento un olor al sur, a vos
inconfundible, eterno
y un poco doloroso.
A veces creo que te olvido,
pero después me desmiento
cuando te recuerdo
o cuando te respiro.

Le sigo los pasos a mi sombra
entre incertidumbres
y rarezas...
A veces creo que somos dos
pero después me descubro
cuando te pienso
y cuando ya no hay luz.

Trato de esconderme del aire
pero me adivina con su frío
mientras voy deshojando palabras
vagabundas, absurdas,
fugases como este suspiro,
que viene y se va en el mismo instante.
A veces creo que mi reflejo se ha consumido,
hasta que vuelvo a mi cama
y me sorprende el desvarío
cuando veo recostada tu ausencia
o cuando la soledad se ha dormido.

tarde de lluvia en Málaga

Llueve en la ciudad
y la soledad corre disfrazada
la gente se besa bajo sus paraguas
y no todo es gris
bajo este cielo mojado.

Llueve en nuestras bocas
y los besos que no te di
se escabullen bajo la ropa
y no todo es relámpago
bajo este cielo entristecido.

Llueve en nuestras manos
y las veces que gritas
resuenan mas despacio
y no todo es tan opaco
bajo este cielo quebrantado.

Llueve mientras duermes
y tu pelo se mece despacio
es este sueño impetuoso
quien lo acaricia
y no todo es mentira
bajo este cielo utópico.


Málaga, dic. 2007

sábado, 12 de abril de 2008

extrañarte



Con frescura de agua clara, una canción
Y un río que moja mis pies y mi alma
Me lleva a veces dormida en su cauce
Abrigándome con su manto de melodía calma
Donde la memoria palpita al ritmo del alma
Y el eco de su voz que todavía resuena
Sigue el murmullo del viento y la corriente,
Y estos pensamientos, reflejos del tiempo
Como imágenes que buscan ser descubiertas
Como matices de un sentir que intenta tocarte.

ocaso

Respiramos esta atmósfera. Teñida.
Hacia atrás solo hierba quemada
Y un camino de sangre.
Alternativas cada vez menos válidas.

Las imágenes nos desgarran.
Las palabras nos desangran.
Los dioses de los mundos
Entre la tierra y el infierno
No hay cielo posible ya

El dolor que renace cada día
Que nos mata cada día.
Los ojos de los niños muriendo.
Enterramos las flores.
Nosotros en la superficie, pudriéndonos.

Los ángeles que se escapan.
Los tiros resuenan en sus alas.
Soledades y muertes.
La inocencia y sus víctimas, el ocaso.

Ya no queda un después, es tarde.
No hay resistencia ni poder.
Nosotros mirándonos aturdidos
Solos en mitad del abismo.


autora: Cynthia Lozada
El río demorado, poesías – Selección de textos de Fernando Sánchez Zinny
Editorial Dunken.

tiempos absurdos

En estos tiempos en que casi todos
Olvidan quienes han sido
Lo que han llorado y lo que han sentido
Dejando las risas para las noches entre copas
Y noches de copas por si hay a quien desvestir.

En estos tiempos en que ya no te fijas en mi
Que alucino esperando tu llegada por causalidad
Que hombres excusan su desamor en otras piernas
Y otras luces y otras calles nos recorren
Buscando la puerta correcta que golpear.

En estos tiempos en que llegan tarde a la vida
Los amores a primera vista, los besos y las caricias
Que consumimos comida y discursos chatarra
Que las banderas se incendian en la tormenta
Y los niños gritan, pero no jugando.

En estos tiempos en que naufragamos
Sorteando una orilla en la que encallar
Y abrimos los brazos solo para llorar
Y cerramos el pecho porque elegimos
silenciar palabras y arrojarlas al mar.

Estos tiempos que avasallados corren
Sin saber a donde van
Que recito sueños y después los aniquilo
Y las despedidas se apresuran a entregarme el último beso
Que me envuelvo en tus mentiras creyéndolas mi verdad

En estos tiempos en que duerme la memoria
Y la razón se enjuaga la boca para engañarnos
Que persigo los pasos inciertos de este corazón
Mientras planeo huir de tanta desazón
Escribiendo para este absurdo reloj, apelando a su piedad.

ironía

Caen mis manos vencidas de palabras
Invocan los silencios las despedidas
No quiero llorar, no quiero gritar.

Dejé sobre las hojas la piel hecha mentira
Entre tanto cielo mojado se deshizo la prisa
Y vacía la esperanza se dejó morir.

Quedan solas, quedan lejanas
Horas de promesas, horas deshojadas
La bruma eligió escaparse mirando bajo el agua

Se mancharon los sueños.
Elegimos vencernos.

Caminos en que la vida juega recortando heridas
Dibuja en nuestras caras las lágrimas del deseo
Otra despedida, la ironía en las espaldas.


Concurso Leopoldo Marechal .
editorial de los cuatro vientos