martes, 26 de enero de 2016

muros


Encerrado ahí crees estar a salvo
y la vida es eso,
tu resumen de lo cotidiano.

Te reguardaste vos y los tuyos,
y te olvidaste que el otro está ahí afuera
y te ve pasar cargado de glorias
pero vos no querés verlo.

Ahí donde no querés ver, están.
Doliendo.
Necesitando la mirada,
Necesitando dignidad,
derechos para ser,
y no renegar de ser.

Están, ahí, no tan lejos,
en el frío que abre la piel,
con el hambre crujiendo en la panza
con el llanto en los huesos
con las manos mendigas
y el corazón marchito.

Tu indiferencia abre una grieta
cuando ya no te duele el dolor del otro.
Hace falta atravesar los muros
salir de vos para encontrarnos.