Coplas

Traigo las manos vacías
Cansadas de mendigar
Por las noches duele el cuerpo
De azotarme a realidad

Traigo las manos partidas
de andar curtiendo el dolor
Y de tanto tragar amargo
angustiado el corazón

Cargo la lucha en la espalda
de andar pateando a la vida
la suerte que me es negada
me hace sangrar las heridas

No sé ni de donde vengo
Y que culpa tengo yo!
nací donde el sol no amanece
Donde nos ha olvidado Dios.

Ellas

¿Cuándo estaremos a salvo?
¿En qué calle se perderá otra de nosotras?
¿En qué cielo quedarán sus últimos suspiros?
¿Cuándo seremos libres?

Me cobijé entre sus brazos,
pero la noche mezquina
No me dejaba dormir,
Y un pensamiento vino hacia mi
Relámpago,
Lo que habrán sentido!
Todas ellas,
Cada una,
Y de repente un frío me sucumbió,
Miedo.
Tuve que abrir los ojos,
Mirarlo, tocarle la cara,
Saberme allí con él,
Y el miedo pasó.
Fue un instante, un pensamiento veloz,
Pero para ellas
Fue eterno y real,
El dolor
El padecimiento
Para ellas fue la muerte.
Hoy leía en los diarios
las tristes cifras de la muerte.

Madrugada

La madrugada tiene ese encanto
donde pareciera que todo puede suceder
o no,
a veces puede volverse un letargo
a la espera de que las horas circulen mas rápido
y llegue la claridad,
y amanezca otra vez.
Pero la mayoría de las veces
la madrugada tiene ese encanto
donde pareciera que todo puede suceder,
despierta mis sentidos
me alienta
me empuja
me conecta,
la madrugada tiene ese silencio
profundo del descanso ajeno.

Teje un secreto para mi
mientras piso descalza el insomnio,
me dicta al oído los poemas,
me seduce con su calma
con el tiempo detenido,
de madrugada todo parece que se detuvo.



 

Suceso

Yo estuve antes aquí
lo sé,
algo se conecta conmigo
en este lugar,
yo estuve aquí
lo sé,
mis pies se anclan a este suelo
es un sitio cotidiano.
Estuve antes aquí,
alguien me habló al oído,
me lo ha venido a decir,
mis manos tocaron el vidrio
y respiré el misterio
que otra vez también fue mío.
Estas sílabas son mi reflejo
resuena como una misma nota
repetida
yo estuve antes aquí
percibiendo la misma luz
donde todo muere y renace en mi.

DesESPERAR

Un compás,
el tiempo que anhelas
el vaso lleno, la silla vacía
el espejo y la luz
El reflejo

Un atardecer naranja
la guitarra sobre el sillón
un niño jugando afuera deja su risa lejana.
El ruido pasajero

un extraño momento
los caminos llenos de rutina
la hora siempre bailando.
Los suspiros en los suspiros del tiempo

El libro sobre la mesa
las hojas marcadas.
El verso perfecto.

La casa, la soledad
la ventana cerrada.
La espera

Los ojos sobre el reloj.
La espera.

silencio y nada

El silencio
lo absoluto
la noche
y su lento respirar

cada parte de mi en la inmensidad
cada palabra tuya

no seremos ya nada
con el silencio otra vez en el aire
cortando el aire
cayendo lento en el espacio
derrotando nuestro paso.

En tus ojos donde no me veo,
ni te veo.
no seremos nada

con la indiferencia del tiempo
caerán las mascaras
y nos volveremos ajenos
fugases
lejanos

                   el día yéndose.