viernes, 13 de marzo de 2009

Huída

Ahora amontono las palabras
los sueños que soñamos se asoman a mi ventana
a menudo los sacudo de telarañas

Ahora me acurruco a los caprichos de poetas y escritores
me dejo dormir entre esas letras
en inventarios de noches blancas
saboreo los restos de este crimen y… me castigo.

Ahora que resisto a penas este olvido
y apenas te recuerdo, te respiro.

Embriagada en tus sortilegios
te converti en mi abrigo y necesidad.

Ahora emprendo esta huida, partiendo de vos
llevo en mi equipaje los destellos de noches secretas
el rumor de este deseo disipándose en las horas
Los amaneceres arrancándose las ataduras
peregrinos vencidos matizando de a ratos el adiós

Me llevo las certezas que nos valieron para tantos momentos y
las reflexiones que hicieron que mirarnos a los ojos fuese mirarnos al espejo.

Ahora me descubro queriéndote con la libertad que idealizábamos
y emprendiendo esta huida desde el querer y la libertad.