Cae la tarde y estoy en la orilla
hablándole de vos al mar
me siento una niña otra vez
con la voz anudada
en la metáfora extrema del sentir
jugando con mi pelo
enebro palabras al viento
arrojo la pena que cargo en mis brazos
en un símbolo de entrega
como un ritual
al encuentro de las olas
he soltado este capricho
las deidades me oyen suplicar
entro al mar derrotada
va meciendo mi cuerpo
es tarde para nosotros
lo sé, la piel me advierte
ya soy tuya
y este amor errático
adolece